Mi tía Carmen es una señora que cuando era joven era escandalosamente guapa. Tanto que en el pueblo de Vallecas, dónde ella creció, la llamaban «la bonita». Por la casa de mis padres siempre rondaron fotos de ella de joven. Hice diferentes collages con ellas, hasta que un día me decidí a crear una marca y hacer unas camisetas que llevaban tiempo rondándome. Estética kitch, España profunda y procesiones de Semana Santa en unas prendas tuneadas con puntillas, medallitas y otros detalles que hacían de cada una de ellas una pieza irrepetible.

La sesión de fotos que hicimos en el campo recreó el mundo gótico oscuro que rodeaba a las creaciones y las hizo Javi de Esteban. Las modelos Alba Ortega, Blanca y Sofía Aguinaga, tres bellezas que se prestaron a todas nuestras ocurrencias, ¡gracias!